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Blog sobre los dibujos del dibujante canario Álvaro Manzanero.

miércoles, agosto 26, 2015

Buscando en el baúl de los recuerdos.







He estado acondicionando el cuarto de los cómics, donde además está mi mesa de dibujo y he aprovechado para hacer limpia. Tongas y tongas de dibujos y escritos esbozados que nunca se revisan. He tirado algo (¿un7%?) y he descubierto varios dibujos de diferentes épocas que me han hecho gracia.
En el primero trataba de emular a Bastien Vives y su uso de los lápices de colores (creyones para el que sepa chicharrero). Un comentario resalta algo del apunte. A veces, una manera de hablar conmigo mismo, otras una llamada de atención sobre algún detalle que debía aprenderme en futuras obras.
El segundo transcurre en plena calle Triana de Las Palmas. indudablemente las letras"ar" del rótulo se refieren a una conocida tienda de telas.
Del tercero me llamó la atención el trazo y la pose, del cuarto recuerdo haberlo dibujado en el fin de semana en el que hice la mudanza de Las Palmas a Playa Honda en Lanzarote, y que, con un par de cervezas por dentro, ya me andaba despidiéndome de la ciudad que me había acogido durante casi 10 años, tan dramático como de costumbre. Está dibujado, aproximadamente, desde aquí.
El último era un alumno de hace unos cuantos años y también mi descubrimiento del rotulador de punta pincel Pentel y su fácil uso como pincel seco.

sábado, agosto 08, 2015

Castelo Branco.


De camino al Alentejo pasamos por Castelo Branco, un pueblo portugués. El calor era sofocante y sólo al caer la tarde, en la terraza de la plaza principal corría una ansiada brisa. Era, como bien sabían los lugareños, el momento de tomarse una cerveza negra y unos caracoles y ser muy, muy feliz si te llamas Álvaro.

domingo, agosto 02, 2015

Viaje a Portugal.




Recién llegado del país más amable del mundo, del verdadero paraíso (yo que he estado en Nueva Zelanda se lo recomiendo a ustedes). Comí como un jabalí, me emocioné con el fado de Coimbra, me mordió un perro, me subí a almenas de altura insuperable y vi paisajes que a un isleño se le hacen curiosos. Pero quedémonos con este jubilado malencarado que, apostado en la terraza del café Santa Cruz de la ciudad universitaria más conocida de Portugal, "echa las horas patrás". Desconfiado, ha sacado su paraguas ante un cielo incierto. Y quedémonos también con las fotos de este viaje tan apacible.