Navidades solitarias.

Tras el comienzo de las vacaciones quise quedarme en Las Palmas. Siempre había querido pasar unas navidades allí, pero en esta ocasión o preparaba yo la Nochebuena en Tenerife o ninguno de mi familia la celebraría. Así es que sólo pude quedarme un día más. Deseaba hacer lo contrario de lo que hago el resto de los días, debido a la rutina del trabajo y el deporte. Levantarme relajado, pasear, comprar alguna cosa y, ante todo, dibujar. Como lo hacía antaño. Sólo que los dolores no me dejaron concentrarme, y mucho menos, disfrutar.
Aún así probé en vivo mi rotulador punta pincel Pentel, tan apropiado para las manchas a pincel seco.
Hoy tal vez sea un día menos malo, pese a algunas ausencias.