Aunque sea una por viaje.
De nuevo por aquí, tras un viaje de 21 días que nos ha llevado a Copenhague, Gotemburgo, Mälmo y Hamburgo. Con el primer dibujo me llevé un disgusto. Este chico de unos 17 años estaba con su madre y una amiga de ella en la cafetería de un jardín de rosas, en un parque de Gotemburgo. La amiga, que hablaba español, se percató de que lo estaba retratando y me increpó que qué iba a hacer con el dibujo. "Aquí está mal visto que no pidas permiso, es más, está penado. Yo llevo 35 años viviendo aquí y sé de lo que hablo" Al principio pensaba que estaba de broma pero cuando me dí cuenta de que no, se me atragantó.
El chico fue al baño y al volver se puso de espaldas a mí. Para entonces ya tenía terminada su figura. Al terminar la madre me pidió verlo. "Mi marido llega a estar aquí y se hubiera puesto violento"-me dijo en inglés. Yo flipaba. "¿Para que lo quieres? ¿Para las redes sociales? ¿Por qué no pides permiso?". Le expliqué que los dibujos eran para mí, para aprender y que si le pedía permiso quedaría rígido y posando. Al final lo comprendió, pero el mal sabor de boca no me abandonó en toda la mañana.
Las fotos del viaje, explicadas si picas en cada una, aquí.
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