Y allí estaba Leonor.

Juan Alberto se sentaba en un banco de la avenida, dejando escapar  sus 70 años , de espaldas al mar. Varios transeúntes lo reconocían:"Hola, Garcíaaaa""Cúanto tiempo, Poldo, ¿Cómo te va?""Oye, sigo, que tengo prisa...me alegro de verte. ¿Y Leonor, cómo anda?""Mírala, en la ventana está.".

Vane había decidido estrenar sin falta ese miércoles la cereta que había comprado en Triana.