El Grande Hotel de Paris.

Durante nuestra estancia en Oporto estuvimos alojados en el Grande Hotel de Paris.
Es algo viejo, las habitaciones huelen a humedad y el agua de la nuestra salía marrón al principio.
Pero eso sí, es majestuoso y señorial. Conoció grandes tiempos.
Lo mejor de todo son los desayunos, con abundante bollería.
Tienen lugar en un precioso salón, que no pude sino dibujar. Aunque apenas se aprecia, me llamaba más la atención el descansillo que lo antecedía y que se ve al fondo del dibujo.
Este dibujo está dedicado a mi amigo Joaquín, que nos lo recomendó y al que no sé si le gusta más el salón o las deliciosas torrijas del desayuno.